Chelva circular por el embalse de Benagéber

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eMTB por los cañones del Turia

Exploramos con nuestra bici de montaña los grandes desfiladeros del Turia que se extienden entre los embalses de Benagéber y Loriguilla. Esta ruta nos permite descubrir los profundos cañones casi inaccesibles y disfrutar de vistas aéreas sobre el embalse de Benagéber.

Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

Nota.- Ruta con una pequeña modificación bajada de la página de Wikiloc de Javier Llavador

Cómo descargar la ruta en el navegador 

Punto de inicio / final con enlace directo para el navegador de Google Maps:

Chelva

Por los valles del Tuéjar y el Turia antes de que se junten

El punto de partida es el hermoso pueblo de Chelva, capital de la comarca de Los Serranos. Tras explorar su impresionante casco histórico, descendemos al río Tuéjar y tenemos la opción tentadora de explorar las pistas cercanas al río, como la ruta del agua, aunque esto lo hacemos a la vuelta que apretará más el calor.

Iniciamos una subida empinada por una carretera asfaltada, con vistas sobre Chelva. Luego, descendemos a otro valle y cruzamos el río Turia por el puente Barraquena, donde encontramos una zona de picnic junto al río.

Comenzamos la subida en la ladera opuesta del Turia por una pista ancha y empinada que ofrece panorámicas aéreas de los cañones del Turia.

Desviándonos por una pista más estrecha, descendemos nuevamente hacia el río. Seguimos una pista construida como vía de servicio del embalse excavada en la roca y que discurre a media altura de los acantilados, ofreciendo vistas asombrosas hasta la presa del embalse de Benagéber. Cruzamos el río sobre la presa y regresamos por una carretera que lleva hasta el pueblo de Tuéjar.

Tras remontar la ladera del embalse, nos desviamos por enlaces de pistas, descendemos y cambiamos al valle del río Tuéjar, completando el recorrido.

Descripción del itinerario

Explorando en eMTB los desfiladeros inaccesibles

Partimos del bonito pueblo de Chelva en la comarca de Los Serranos. Tenemos que bajar al río y lo hacemos cruzando su centro histórico. Si tenéis oportunidad no dudéis en recorrer con calma sus callejas y recoletas plazas.

Cruzamos el río Tuéjar y tenemos la tentación de recorrer las pistas que bordean el río. El paraje conocido como la ruta del agua es espectacular. No obstante, debemos afrontar la ruta lo antes posible para evitar los calores de mediodía, pero volvemos por aquí luego. Al final de la ruta, después de almorzar, será un buen momento para recorrer sus orillas y buscar una zona de baño.

Empezamos a subir por un camino de asfalto que remonta la ladera opuesta. El desnivel es importante durante un tramo. A media subida podemos parar y disfrutar de las vistas sobre el pueblo de Chelva que va quedando a nuestra espalda.

Llegamos arriba y descendemos enseguida por otro valle hasta cruzar el río Turia por el puente Barraquena. Hay una zona de picnic aquí junto al río.

Empieza la subida por la ladera opuesta del Turia. Es una pista ancha, arreglada y con fuerte desnivel. No me gustan demasiado estas pistas tan artificiales ni el crepitar de la gravilla bajo nuestras ruedas. Entiendo que se hacen para facilitar el paso de los medios contra-incendios y lo primero es lo primero. De todas formas, la rápida subida nos proporciona espectaculares vistas aéreas sobre los profundos cañones del Turia. Podemos contemplar con perspectiva los desfiladeros labrados en la roca que imposibilitan el paso cerca del río.

Casi arriba de las montañas, por la primera pista que se puede, nos desviamos. Esta es mucho más estrecha y mantiene altura sobre la ladera antes desembocar en otra más ancha. Esta pista, recientemente arreglada, vuelve a bajar hasta el río, aunque no llega.

Cerca de los precipicios más pronunciados discurre la pista construida como vía de servicio del canal. Esta pista mantiene altura hasta la presa del embalse de Benagéber. Está cortada al tráfico por una cadena pero nosotros nos colamos. Hay túneles permiten el paso por las zonas más abruptas y las vistas son impresionantes.

Cruzamos el río de vuelta por encima de la presa y empezamos a volver por el tramo de carretera inevitable que lleva hasta el pueblo de Tuéjar. El tráfico es escaso y el ascenso suave. Las vistas sobre el gran lago artificial que es el pantano entretienen el rodar por asfalto.

Nos desviamos por un enlace de pistas por las que accedemos a la parte alta de la ladera del río Tuéjar. Utilizamos para bajar al río el mismo camino que hicimos para subir.

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