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El norte de la Sierra de Espadán en e-Bike
En esta bici-ruta todo terreno cruzamos varios valles al norte del PN Sierra de Espadán. Visitamos el Salto de la Novia, no el de Navajas, otro Salto de la Novia cerca del bonito pueblo de Cirat. Nos acercamos a Montanejos y Montán, pero sin llegar tan bajo. Callejeamos Torralba del Pinar antes de acometer la mágica bajada por el Pozo Negro hasta Fuentes de Ayódar, principio y final de ruta.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

Cómo descargar la ruta en el navegador
Punto de inicio / final con enlace directo para el navegador de Google Maps:
Explorando lo que hay entre Fuentes de Ayódar y Montán
Este recorrido en bicicleta comienza en Fuentes de Ayódar, un pequeño pueblo situado al fondo de un valle escarpado y rodeado de altas montañas. Para salir, ascendemos por una empinada pista. Pronto disfrutamos de vistas panorámicas que se extienden hasta la plana de Castellón y el mar. Después de mucho esfuerzo, al llegar al collado, cambiamos de valle y comenzamos un descenso que nos lleva al extremo norte del Parque Natural de la Sierra de Espadán.
El descenso nos ofrece vistas al imponente macizo del Peñagolosa y las sierras de Gúdar y Javalambre. La ruta sigue por una pista ancha, pero optamos por desviarnos hacia parajes más naturales y estrechos, rodando fluidamente entre pinos frondosos.
Cerca de Cirat, encontramos el Salto de la Novia, una cascada menos conocida que la de Navajas, pero igualmente hermosa. Bajamos al pueblo y exploramos sus calles antes de emprender otra intensa subida. Otra vez el paisaje se abre y va ganando en belleza.
Descendemos hacia Montán y Montanejos, pero sin llegar abajo que luego hay que subir otra vez. La bajada es por una senda algo técnica pero ciclable. Rodeamos el macizo a media ladera y pasamos por Torralba del Pinar antes de cambiar de valle.
Un ascenso final más corto nos recompensa con una emocionante bajada por un barranco con paredes verticales y un riachuelo que traza figuras en la roca. Uno de estos parajes excavados en el lecho del río es el Pozo Negro. Finalmente, regresamos a Fuentes de Ayódar donde damos por terminada la ruta.
Descripción del itinerario
Recorriendo los confines del P.N. Sierra de Espadán
La carretera que viene desde Onda llega a Fuentes de Ayódar y termina allí. Mi curiosidad me lleva a ir y ver qué hay. Lo que hay es un valle escarpado que cierra un circo frondoso. Para salir de él tenemos que hacer cuatrocientos metros de desnivel por una pista buena pero empinada.
La recompensa del ascenso es el paisaje sobre este valle que apunta hacia el este y cuyas vistas se pierden en la plana de Castellón y el mar. Llegamos al collado y cambiamos de valle. La ruta empieza a descender hacia el extremo norte del parque natural, en la vertiente que cae abruptamente hasta el río Mijares y cuyo pueblo más conocido es, probablemente, Montanejos. Más allá se extiende imponente el macizo del Peñagolosa y las sierras de Gúdar y Javalambre.
El descenso, como ocurre muchas veces por la zona, lo hacemos por una pista ancha, demasiado ancha y arreglada para mi gusto, y cementada en muchos puntos. En cuanto puedo desvío la ruta hacia parajes más agrestes y con pistas más estrechas y naturales. Es un rodar por aquí precioso, por pistas muy fluidas entre frondosas pinadas.
Cirat y el Salto de la Novia
Todos conocemos el Salto de la Novia de Navajas. El de Cirat es también una pequeña cascada que cae sobre una poza de aguas cristalinas. Menos espectacular que la de Navajas y, por tanto, menos conocida. Pasamos por encima del paraje y accedemos a un mirador para contemplarlo desde arriba.
El Salto de la Novia de Cirat desde el mirador de arriba.
El track accede por una senda hasta el mismo Salto de la Novia por si queremos verlo de cerca.
Los humanos tenemos necesidad de reponer fuerzas con un buen almuerzo y, con ese objetivo, la ruta nos lleva hasta la localidad de Cirat, un pequeño pueblo del valle del Mijares muy interesante de callejear.
Después del merecido descanso, emprendemos otra vez una intensa subida. Es en estos momentos en los que el ciclista echa mano de infinita paciencia y consume mucha energía de asistencia. Poco a poco la ruta va ganando metros de desnivel y el paisaje ganando en belleza. Aunque la subida es fuerte tiene descansos, estratégicamente situados cada poco, en los que el desnivel no es tan fuerte y podemos dar tregua a las pulsaciones.
Cerca del punto más alto tengo marcado un «waypoint» en el que es posible acortar la ruta y evitar un tramo técnico por senda, aunque no recomiendo perderse nada de este recorrido. En la masía de Bagán termina la pista y empezamos a descender en dirección a Montán y Montanejos por una senda un poco técnica pero ciclable. Son apenas unos cientos de metros pero casi se agradece que termine y poder rodar tranquilos en bajada.
Montán y Montanejos
Aunque es muy tentador viendo estos bonitos pueblos desde arriba hacer una visita, no vamos a llegar otra vez a lo más bajo del valle. Esta zona ya la recorremos en otra bici-ruta en la que subimos a Sierra Espina desde Montanejos y hoy ya llevamos suficiente desnivel acumulado. Rodeamos el macizo para acceder al otro valle sin bajar del todo, disfrutando de las vistas de postal del pueblo de Montán enmarcado por la exuberancia de Sierra Espina.
Tras darle la vuelta al macizo, rodando a media ladera, accedemos a una carreterita de montaña que enlaza Montán con Torralba del Pinar.
Torralba del Pinar y el regreso a Fuentes de Ayodar.
Accedemos a ella poco antes de la fuente Felicia y circulamos ya por esta pequeña carretera asfaltada volviendo en dirección este. No obstante, no he podido resistirme a llevar el track otra vez por un tramo de senda y otro de pista que enlaza, poco antes de llegar a Torralba del Pinar, con la misma carreterita. Si queremos abreviar el trazado o evitar este tramo técnico es cuestión de seguir por ella.
Llegamos a Torralba y callejeamos un poco antes de volver unos cientos de metros sobre nuestros pasos y empezar a subir de nuevo para cambiar de valle. Esta vez el ascenso es más corto y la recompensa al llegar arriba mucho mayor porque la bajada que nos espera es de lo mejor que se puede hacer en bici por la zona.
Accedemos a un barranco cerrado con paredes verticales entre la frondosidad de la pinada. El riachuelo traza figuras en la roca y en algún punto conviene parar y mirarlo con calma.
Hay una senda que recorre el paraje protegido pero hay que ser respetuosos con la naturaleza y he preferido no marcarla en el track.
Poco después llegamos a Fuentes de Ayódar y recorremos un poco sus callejuelas antes de volver al punto de inicio.
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