Gátova circular por Tristán y lagunas del Gabacho

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En bici por una Calderona desconocida.

Esta ruta en bici explora la parte noroccidental de la Calderona. Subiendo a la masía de Tristán, en la zona central de la sierra, bajamos en dirección a Segorbe hasta las lagunas del Gabacho. Es una zona de antiguas minas de arcilla a cielo abierto en las que se acumula agua de lluvia formando lagos.

Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

Cómo descargar la ruta en el navegador 

Punto de inicio / final con enlace directo para el navegador de Google Maps:

Gátova 39.76967, -0.52055

Ruta e-MTB por la Calderona occidental

Esta ruta es corta y no demasiado dura, ideal para una corta excursión en verano cuando queremos terminar antes de que el sol apriete. También perfecta en pleno invierno cuando queremos utilizar sólo las horas centrales del día en las que el frio es menos intenso.

Desde la preciosa localidad de Gátova, emprendemos la subida al corazón de la Calderona. Encontramos la masía de Tristán rodeada de exuberante naturaleza y y bajamos rodar por la zona noroeste de la sierra. Además de una estupenda bajada por el lado más desconocido, esta ruta permite acceder al paraje de las lagunas del Gabacho, próxima a Segorbe. Se trata de unas antiguas minas de arcilla que horadaron la superficie dejando pozas de gran tamaño. En sus riveras ha surgido la vegetación típica de cañas y juncos, y su aspecto es el de lagunas naturales.

Visitaremos La Morruda, una enorme olivera de más de 1.500 años y regresamos al punto de partida ascendiendo por un valle muy desconocido, zigzagueando por una pista que acompaña un pequeño riachuelo. A nuestras espaldas queda una visión panorámica de la sierra Espadán y del valle del Palancia.

Una vez alcanzamos el collado, Gátova queda ya muy cerca.

Descripción del itinerario

Explorando en bici la Calderona occidental

Gátova es un pueblo pequeño, muy recoleto, por lo que es difícil aparcar dentro. El coche es mejor dejarlo en la carretera donde hay sitio para aparcar. No obstante, esta bici ruta empieza en el centro, en una plaza en la que hay un bar para tomar café. De allí bajamos otra vez a la carretera para empezar a subir unos cientos de metros más adelante.

Al principio la pista está asfaltada, pero pronto se convierte en pista de tierra. Es una pista ancha que sube decididamente pero sin una pendiente excesiva. Vamos enfilando hacia el pico más importante de la zona que queda a nuestra derecha. El Gorgo es uno de los montes míticos de la Calderona.

Poco antes de llegar a la zona recreativa de Tristán, pese a que el camino ancho llega hasta allí, nos desviamos por una pista secundaria que da una pequeña vuelta que merece la pena. Este pequeño rodeo ya es de los que nos gustan, por una pista estrecha y antigua, menos polvorienta y más natural. Es un rodeo que nos ofrece unas vistas preciosas rodeados de naturaleza autóctona. Abundan madroños y alcornoques y nos da esa sensación agreste de plena naturaleza.

Llegamos a la la masía de Tristán. Podemos descansar allí o continuar unos cientos de metros hasta el pico Tristán, donde una caseta de vigilancia da testimonio de las vistas que desde allí se ofrecen.

Impresionante bajada hasta la masía del Coronel y la Morruda.

Desde el pico Tristán bajamos decididamente en dirección norte hacia el valle del Palancia. Es una bajada sostenida y larga, por una pista bien trazada y muy rodadora.

La bajada termina en la masía del Coronel, una casona muy grande dedicada al turismo ecuestre. Rodando por allí llegamos a una carreterita asfaltada. Hemos llegado aquí para visitar uno de esos ejemplares de olivera milenaria que nos hacen sentir pequeños: La Morruda.

Poco después, llegamos a una zona dominada por tres lagunas artificiales. Son fruto de la colmatación por agua de lluvia de unos hoyos enormes que dejó una explotación minera dedicada a extraer arcilla. La impermeabilidad del suelo hace que estas lagunas estén siempre llenas y que el paso del tiempo haya formado un ecosistema de ribera en sus orillas.

Cuando le pusieron el nombre a la laguna Rosa era efectivamente de color rosa. Con la mina en activo, el lavado del mineral dejaba sedimentos en suspensión de ese color, pero ahora tiene un color azul turquesa precioso.

La tercera laguna grande, la del Gabacho, está en la finca del mismo nombre y no es accesible. Una verja que confirma la propiedad privada lo impide. No obstante, la masía del Gabacho, que ahora se llama de la virgen María o algo así, si se puede ver desde fuera y la verdad es que es un caserón precioso.

La vuelta a Gátova por un valle escondido

Sin poder visitar esta tercera laguna, enfilamos la subida para remontar todo lo que hemos bajado y volver a Gátova. Lo hacemos por un precioso valle entre la pinada, siguiendo un pequeño río. La subida al principio es suave aunque posteriormente se empina. Durante toda la subida dejamos a nuestras espaldas el valle del Palancia, con la sierra Espadán al fondo.

Llegaremos a un collado en el que cambiamos de vertiente y a poco más de un kilometro está Gátova.

Es una ruta corta y no muy exigente para bici eléctrica, pero nos permite visitar rincones poco conocidos de la Calderona.

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