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En bici por las afueras de la Calderona
La plana de Valencia y el Camp del Turia se cierran al Noroeste por la sierra de Andilla. Una sierra tristemente famosa porque fue arrasada por un devastador incendio hace ocho años. Sin embargo, poco a poco recupera su antiguo esplendor y bien merece una visita.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.
Una sierra descarnada y cruda.
Los que disfrutamos de sus bosques hace años, no podemos dejar de sobrecogernos ante tal devastación. Fueron 23.000 Ha las que ardieron hace ocho años. A nadie pareció importarle porque es una sierra prácticamente deshabitada. Andilla, Canales, Oset… son aldeas que casi nadie conoce.
Afortunadamente, el matorral y algunos pimpollos están medrando y cubriendo sus lomas y sus valles. En este caso, la ausencia de bosque deja ver una amplia zona montañosa. Conforme subes, las vistas aéreas sobre la plana de Valencia y el Camp del Turia te ofrecen una perspectiva única.
Casi todo el camino discurre por pistas de tierra anchas y bien trazadas, de esas que se construyen para permitir el paso de las brigadas contra incendios. En algunos puntos son caminos asfaltados pero el 80% de la ruta discurre sobre buenas pistas.
El ascenso es llevadero. La meta es llegar a Alcublas, la localidad más importante, casi la única en muchos kilómetros a la redonda. Allí, después de un buen almuerzo, nos espera una de esas excitantes bajadas que crean afición.
Descripción del itinerario
Recorriendo en bici la ladera de Alcublas
Al punto de inicio de esta ruta se puede llegar en metro y también en coche. El parking de la estación es un buen sitio para empezar. Vamos a cruzar Llíria de cabo a rabo y he procurado que sea por sitios interesantes, aunque para ello afrontamos pendientes importantes.
Al principio, los primeros diez kilómetros, vamos por la planicie hortofrutícola de Llíria. Salimos de la capital del Camp del Turia ya por pista, aunque al poco accedemos a una carretera local sin tráfico. Antes de empezar la subida, cuando la pista enfila un pequeño barranco, tenemos un tramo de poco más de cien metros donde hay un poco de Rock & Roll (Guijarros y gravilla suelta), pero se pasa sin problemas con ruedas anchas.
Vamos ascendiendo bordeando lomas y atravesando valles. Perdemos contacto con el mundo civilizado y nos da la impresión de estar solos en medio del monte. Muy pocas casas y ninguna aldea por allí, y esto seguirá así hasta que los restaurados molinos de viento que coronan Alcublas se hacen visibles en la lejanía. Las pistas son buenas y anchas. El paisaje, no hace mucho desgarrado por el fuego, ya se tiñe de vivos colores y árboles sueltos que se salvaron aquí y allá recuerdan lo que debió ser.
Pasado un collado se hace visible Alcublas. Nuestro destino: El bar Musical, en el centro del pueblo, para disfrutar de un merecido «Esmorçaret».
El impresionante descenso hasta Llíria.
Alcublas está en una especie de altiplanicie. Salimos entre bancales de almendros por un camino estrecho pero asfaltado, pero solo hasta que empieza la verdadera bajada. Luego van a ser unos cuantos kilómetros de serpenteante descenso por un camino de tierra pisado y suavizado por el uso. Una auténtica delicia para quien disfrute de las bajadas que no son demasiado pronunciadas y permiten el control sin quemar los frenos.
Llegando abajo, para hacerlo un poco más largo, nos desviamos para cruzar alguna de las lomas y valles interiores que forman la sierra. Aquí encontramos algunas zonas de pinada que se han salvado y le dan un poco de alegría a la tierra.
Pasamos por un sitio conocido como las Bodegas Viejas. Son pequeñas aldeas dispersas y deshabitadas desde hace mucho que se conservan a duras penas.
Después de esto ya sólo queda terminar de bajar, transitar los campos de Llíria y llegar al punto de inicio procurando evitar el asfalto.

bikepa
Es impresionante el descenso hasta Llíria. Lo hemos bajado aller y fue una pasada. Totalmente recomendable.
Javier
Gracias por el comentario, «Bikepa». Me alegro de que os gustara.