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El bajo Espadán con bici eléctrica
Cercano al mar, el bajo Espadán es tierra de olivos y caminos rurales antiguos. En esta ruta eMTB, vamos a recorrer las primeras estribaciones de la sierra donde encontramos un tesoro escondido: La Dehesa de Soneja. Vamos a dejarnos sorprender por paisajes de arcaica belleza.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

Cómo descargar la ruta en el navegador
Punto de inicio / final con enlace directo para el navegador de Google Maps:
Parking Coves de Sant Josep: 39.8230278,-0.2505015,21
Una ruta en bici de media montaña.
Partiendo del parking de «Les Coves de Sant Josep», en Vall d’Uixó, recorreremos la zona baja del Espadán. Primero por caminos pecuarios, luego entre pinadas iremos ascendiendo hasta la laguna de la Dehesa de Soneja. Esta micro reserva de flora y su entorno protegido bien merecen una visita. Llegamos por un enlace de pistas de tierra roja bien pisadas y definidas. Bajamos por ellas hasta Azuébar.
Los profundos valles del Espadán solo tienen un itinerario posible, la carretera. No obstante, conseguimos sortearla casi toda por caminos de tierra entre campos. Al final, solo hacemos unos pocos kilómetros por carretera que son inevitables.
En el camino de regreso, llegamos a Alfondeguilla, un pueblo alargado que recorremos por puro placer. A la salida, en lugar de ir directos a Vall d’Uixó, damos un gran rodeo y una última subida fuerte. Quien quiera puede evitarla, pero se perderá unas vistas impresionantes y una bajada de vértigo.
Descripción del itinerario
En busca de las joyas del bajo Espadán
Salimos del parking de «Les Coves de Sant Josep» en dirección a Vall d’Uixó por un paseo peatonal. Una vez llegamos a las primeras casas ya tenemos un carril bici que nos va sacando del pueblo. Una antigua carretera de prioridad ciclista nos lleva en dirección al mar.
Pronto nos desviamos por una vía pecuaria y, tras un enlace de caminos, acabamos en una pista de tierra entre campos. Vamos enlazando diferentes caminos y poco a poco nos adentramos en zonas de pinada.
Por aquí encontramos lomas suaves y barrancos que subimos y bajamos. Algunos tramos están asfaltados, pero siguen siendo caminos tranquilos, sin coches.
Paraje natural municipal de la laguna de la Dehesa de Soneja
Cuando empezamos a subir ya estamos en el Espadán. El paisaje se vuelve más aéreo y montañoso. Llegamos a una barrera que corta el paso a los coches, pero permite el paso andando o en bici al paraje natural de La laguna de la Dehesa. Es uno de los pocos lagos naturales de montaña de la Comunitat Valenciana. La botánica de la zona es exuberante y su belleza bien merece la subida.
Después de esta visita y el merecido descanso, empezamos una excitante bajada por pista. Al llegar abajo enlazamos con una carretera local que asciende poco a poco. Luego nos volvemos a desviar por pista para cruzar un collado y bajar directos a Azuébar por una pista preciosa de graba rojiza y con bastante pendiente.
Las vistas sobre el valle son espectaculares y pasamos cerca de la peña Ajuerá, una curiosa formación que presenta un agujero en la roca que pasa de lado a lado.
El pueblo de Azuébar ahí abajo será nuestro próximo destino. Pero antes disfrutamos de la excitante bajada.
Entre Azuébar a Alfondeguilla tenemos que superar el Port de Marinet (400 mts) y el valle está ocupado por una única carretera que viene de Soneja por Azuébar a Alfondeguilla y Vall d’Uixó. Algunos tramos de la misma son inevitables, pero siempre que podemos nos desviamos por caminos de tierra.
Vamos ascendiendo sin prisas, dando pequeños rodeos. Los almendros y olivos crecen sobre el camino cerrando en ocasiones el paso, lo que le da al itinerario una belleza curiosa. Cuando llegamos al alto de Marinet, salimos otra vez a la carretera. Cruzamos el collado y dejamos la carretera al empezar la bajada. Nos desviamos para dar otro precioso rodeo que nos lleva a Alfondeguilla por caminos de tierra.
Alfondeguilla es un precioso pueblo de montaña que visitamos recorriendo sus angostas calles.
El extraño regreso a Vall d’Uixó.
Estamos a 6 Kms del coche por carretera y si queremos es una forma rápida de llegar. Otra vez hemos preferido dar un rodeo, un buen rodeo en este caso. Subimos mucho, casi lo mismo que hemos bajado desde el puerto, por un precioso camino de tierra. El motivo son las vistas que, una vez alcanzado el collado, se nos presentan como colofón a esta entretenida bici-ruta.
El desnivel acumulado no es mucho para una bici eléctrica y esta última bajada es espectacular.
Al final se complica la bajada por una de esas extrañas actuaciones urbanísticas abandonadas a medio terminar. Los terraplenes cortan el camino y nos obligan a hacer el último tramo por senda.
Ya solo queda llegar al coche y dar por finalizada la ruta.

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