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Volviendo de Buñol en bici por el sur
Siempre es bueno tener el viento a favor cuando sopla el poniente. Buñol, al oeste de la ciudad, es un buen punto de inicio al que se puede acceder fácilmente en tren. En esta bici-ruta, nos escoramos hacia el sur buscando el curso del río Buñol hasta su desembocadura con el Magro. Desde Monserrat nos dirigimos al noroeste por l’Horta Sud hasta Valencia
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.
De Buñol, volvemos en bici a Valencia algo escorados al sur
Salimos de la estación que está en la parte alta de Buñol y enseguida descendemos por el centro de la ciudad. La balsa Planell, con su fauna de patos y ocas, es el primer punto de interés de un camino que sigue la ruta de los molinos hasta Alborache. Luego, seguimos el curso del río Buñol que cruzamos varias veces hasta que se juntan los dos valles. Seguimos un buen rato el curso del Magro entre cañas y meandros. A veces subimos y tenemos una perspectiva más amplia.
Es un itinerario complejo que enlaza diferentes caminos hasta que llegamos a Real de Montroy. Tramos de pistas de tierra en buen estado se combinan casi al cincuenta por cien con caminos carreteros asfaltados.
Dejamos el valle del Magro y cruzamos el pueblo de Monserrat por su centro, por si necesitamos avituallamiento, y continuamos nuestro camino en dirección noreste para llegar lo más recto posible al área metropolitana de Valencia.
Paiporta, en la comarca del Horta Sud, es el ultimo pueblo que cruzamos antes de acceder a la ciudad cruzando el río nuevo por el puente de Picanya hasta la Ronda Sur en Valencia.
Descripción del itinerario
A Valencia siguiendo el río Buñol y el Magro.
Salimos de Buñol y cruzamos el pueblo hasta que encontramos un gran estanque que sirve de refugio a varias decenas de patos, cisnes y ocas. La balsa Planell crea un conjunto muy vistoso y se convierte en punto obligado de parada.
Vamos a circular por la ladera izquierda del valle del río Buñol. Primero por pistas asfaltadas y posteriormente de tierra con algún pequeño repechón. Luego, la pista desciende suavemente hasta el lecho del río muy cerca de la conocida ruta de los molinos de Alborache.
Cruzamos el río Buñol por el puente de la carretera que viene de Turís y nada mas pasarlo nos desviamos para seguir su curso por la margen derecha. Aquí encontramos, en un paraje precioso de chopos, una corta pero brava subida que desemboca en las últimas casas de Alborache.
Por caminos entre campos seguimos acompañando el río Buñol que cruzamos un par de veces hasta llegar a un punto en el que nos salimos del valle para encontramos con su hermano mayor: el río Magro.
El río Magro hasta Monserrat
El valle del Magro es inmenso comparado con el de su afluente. El camino, una vez se juntan ambos ríos, no tiene continuidad para seguir el cauce. Toca subir un poco para luego volver a bajar. Antes de ascender encontramos el paraje de la Roda, con una zona de picnic y una monumental, aunque deteriorada, noria hidráulica.
Después de un par de kilómetros en los que poco a poco ascendemos el valle en dirección a Turís, volvemos a bajar para, esta vez sí, encontrar el camino natural que acompaña al Magro.
Una amplia pista de tierra compactada sigue los meandros de río entre cañas y laderas terrosas. Es el típico camino de ribera en el que cruzamos varias veces el cauce. Luego el camino busca un punto un poco más alto, lo que nos facilita una visión de conjunto del amplio valle.
Y así, enlazando caminos asfaltados y pistas de tierra, vamos avanzando hasta llegar a la localidad de Montroy. Estamos bastante al sur y nuestro destino es Valencia. Monserrat será el siguiente pueblo y lo cruzaremos por su centro. Nos puede venir bien para tomar algo antes de reanudar la marcha.
El regreso a valencia por L’Horta Sud
Saliendo de Monserrat vamos a enlazar estrechos caminos, ahora sí, totalmente asfaltados. Sorprendentemente, vamos evitando localidades grandes hasta llegar muy cerca de Valencia.
Hacemos una parada de descanso en la pinada del «Clot de les Tortugues», cerca de Picassent. Hay aquí muchos senderos y caminos abruptos por si queremos hacer un poco el cabra por una naturaleza agreste.
Antes de llegar a casa, vamos a visitar la localidad de Paiporta. Después de muchos kilómetros perdidos entre campos, accedemos al núcleo urbano. Pasamos cerca de la estación de metro por si se nos ha hecho tarde, pero queda muy poco ya para llegar.

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