De estación de Siete Aguas a Cheste por Chiva

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En bici por Fuente Umbría y la ruta del Agua de Buñol

La estación de Siete Aguas nos acerca bastante a la Sierra de las Moratillas. Vamos a conocer la escarpada zona del barranco del Fresnal y Fuente Umbría hasta el collado de Umán. Después, una sedosa bajada nos permite llegar plácidamente a la cueva del Turche en Buñol. De allí, siguiendo la senda del agua del río Buñol por la ruta de los Molinos, llegamos a Chiva. Esta bici-ruta termina en la estación de Cheste.

Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

Cómo descargar la ruta en el navegador 

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Una colección de parajes naturales difíciles de olvidar.

La estación de Siete Aguas nos viene perfecta para acercarnos a la zona boscosa de las Moratillas y el barranco del Fresnal. Lo primero es llegar a la estación de servicio de las Moratillas, donde podremos aprovechar para desayunar, ya que es el único sitio posible hasta Buñol.

Pocos conocen la zona del Fresnal y podremos admirarla desde un alto mirador. Recorreremos una preciosa pista que baja al fondo del barranco y sube por la otra ladera. En Fuente Umbría podemos descansar para afrontar un último tramo duro de unos cientos de metros, aunque es todo bastante llevadero.

En el collado de Umán, cambiamos de vertiente. Estamos a más de 800 m y los próximos veinte kilómetros son de una larga bajada por una carreterita muy fina y bien asfaltada. Sin entrar en Buñol nos dirigimos a la conocida cueva del Turche, un paraje espectacular con una gran y bonita cascada.

Una preciosa senda acompaña al río Buñol hasta Alborache. Es la conocida senda del agua del río Buñol. Es un paseo espectacular que nos lleva al Charco Azul y otros puntos de exuberante naturaleza.

Ya muy cerca de Alborache, nos desviamos en dirección a Chiva y luego a Cheste donde daremos por finalizada la ruta.

Descripción del itinerario

Una ruta en bici llena de agradables sorpresas.

La estación de Siete Aguas está un par de kilómetros alejada del pueblo, muy cercana a la autopista A3. En este caso, no vamos a pasar por Siete aguas. Nos desviamos en sentido contrario, tomando una vía de servicio que empieza poco antes de salir a la autopista en dirección a Madrid.

Asusta un poco cuando vamos en bici y vemos que nos estamos incorporando a la autopista, pero hay salida antes, no os preocupéis. Un camino paralelo nos permite cruzar la autopista por debajo y salir a la E.S. Las Moratillas donde podremos tomar café y desayunar.

Desde la misma rotonda de la estación de servicio sale una pista ancha y bien cuidada que va ascendiendo poco a poco en dirección al escarpado macizo de las Moratillas. Pasaremos por la zona donde se empezó a construir una cárcel y cuyas obras están actualmente paradas. La dejamos a un lado y seguimos subiendo suavemente. Grandes caserones de granjas y masías nos dan puntos de referencia en una amplia ladera agrícola que nos acerca a las montañas.

El mirador del valle del Fresnal y Fuente Umbría.

Casi sin darnos cuenta llegamos a un collado. Vamos por una pista forestal antigua y bien trazada y, de pronto, un profundo valle se abre a nuestros pies. Desde el mirador podemos contemplar el barranco del Fresnal, revestido de pinos y sabinas.

Una vertiginosa bajada por pista nos deja en el fondo del barranco. Siguiendo el riachuelo vamos ascendiendo, primero suavemente, luego de forma un poco más intensa. Aun así, son unos trescientos metros de desnivel que hay que superar.

El paraje de Fuente Umbría nos brinda un punto propicio para descansar y tomar aire a media subida. Ya no queda mucho para llegar al collado de Umán pero desde Fuente Umbría encontramos una rampa de poco menos de medio kilómetro realmente dura.

El collado de Umán y la bajada hasta Buñol.

Una vez en el collado, vamos a subir y bajar por sus onduladas lomas hasta que llegamos a un cruce de caminos. El que baja en dirección a Buñol y al mar ha sido asfaltado recientemente y presenta un aspecto inmejorable. Serpenteando por el valle, esta carreterita va descendiendo poco a poco, permitiéndonos ganar velocidad, pero no tanta como para quemar los frenos en cada curva.

Este descenso es sencillamente sublime. El trazado del camino y la belleza del valle justifica de sobra cualquier esfuerzo. Encontraremos, no obstante, un par de repechones antes de desembocar en la carretera que va de Yátova a Buñol. Desde la incorporación a la carretera, el descenso hacia Buñol se intensifica. Poco antes de llegar al fondo del valle, ya muy cerca de Buñol, nos desviamos para llegar a la Cueva del Turche.

La cueva del Turche y la senda del agua.

La cueva del Turche es uno de los parajes más conocidos del río Juanes en Buñol. El río Juanes se desploma en una poza flanqueada por escarpadas paredes, creando una impresionante cascada de más de veinte metros. No siempre lleva mucha agua, pero en época de lluvias se embravece considerablemente. Es un paraje en todo caso espectacular y de una belleza natural sin parangón.

Saliendo otra vez a la carretera de Macastre, cruzándola esta vez para tomar una senda paralela al asfalto, empezamos una corta ascensión hasta que a pocos metros tomamos un camino a la izquierda.

Este camino va descendiendo hasta el fondo del río Buñol. Junto al cauce, revestido de una frondosidad natural impresionante. El track nos lleva por un sendero habilitado. Es la conocida ruta del Agua que oficialmente se llama «Ruta de los Molinos». Vamos por la senda del desfiladero del río Buñol, junto al agua, flanqueados por majestuosos árboles que en otoño alfombran el camino de hojas rojizas. No se puede expresar la sensación de belleza y armonía de este tramo, hay que vivirla.

Nos desviaremos un momento del camino principal para visitar el «charco azul», que le da al paraje su pincelada añil y su reflejo acuoso.

Y seguimos disfrutando del paseo hasta que cerca ya de Alborache, bajo el puente de la carretera de Turís, estamos obligados a salir del desfiladero para cambiar de escenario.

Cómo ir pedaleando hasta Valencia, haría esta bici-ruta excesivamente larga, he preferido desviarme hacia pueblos donde se puede coger el tren. En este caso, vamos a Cheste.

Saliendo a la carretera en dirección a Turís, y después de un par de curvas que nos sacan definitivamente del cauce, tomamos un camino lateral que primero es asfaltado y al cabo de unos kilómetros se convierte en pista ancha. Siguiendo por caminos estrechos, llegamos a Chiva.

Esta vez sí que nos vamos a permitir dar un paseo callejeando por este bonito pueblo. Podríamos tomar aquí el tren pero en lugar de subir a la estación de Chiva, he preferido bajar a la de Cheste que está unos pocos kilómetros más allá.

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