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En bici por las montañas de la Safor
Si vas en bici, la lógica manda venir desde Gandía por la costa. Hacerlo por el interior requiere superar puerto de Barx, ineludible para pasar de La Safor a la subcomarca de la Valldigna. Esta es la dificultad y, a su vez, el aliciente.
Esta bici-ruta propone recorrer las tierras del Serpis, subir hasta la base del Monduver antes de bajar por Barx a la Valldigna y llanear por Aguas Vivas hasta Alcira. Un recorrido mágico por su diversidad de paisajes.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.
Uniendo Gandía y Alcira por el puerto de Barx, la Vaidigna y Aguas Vivas.
Salimos de la estación de Gandía y nos dirigimos a callejear por su centro histórico y comercial. Salimos de la ciudad por el cauce del Serpis, huyendo del tráfico, y vamos a visitar pueblos como Almoina y Beniarjó. Luego buscamos la pedanía de Marxuquera y descubrimos la imponente pared que nos corta el paso.
El Mondúver y sus antenas son la referencia. Muy cerca de su base empezamos a subir. Son tres kilómetros de puerto hasta la Drova, al principio asequibles por la carretera principal hasta que salimos a buscar la carretera antigua. Hacia mitad de puerto, el paisaje se pone bonito pero un par de rampas cortas que superan el 18% van a exigir todo nuestro esfuerzo.
Ya en la Drova, a casi 400 mts de altitud, podremos relajarnos y pedalear sin esfuerzo por una preciosa pista hasta Barx. Seguimos llaneando hasta el mirador de la Visteta que ofrece una panorámica impresionante sobre la Valldigna. La bajada del puerto por su revirada carretera pone el punto de adrenalina que faltaba en esta ruta ciclista. Desembocamos en Santa María de Simat, un magnífico edificio monacal que no hemos perdido de vista en toda la bajada.
La última parte del recorrido nos lleva por caminos, pistas de tierra y tramos de la VV del Antic Trenet. Pasaremos cerca del Monasterio de Aguas Vivas y llegaremos plácidamente a Alcira entre campos de naranjos.
Descripción del itinerario
Cruzando en bici por la base del Mondúver
No es lo habitual pero la propia estación de Gandía está en el centro de la ciudad. A pocos metros tenemos calles peatonales y el centro histórico comercial. Cruzamos por ellas hasta llegar al parque lineal del río Serpis.
Buscando enrevesados caminos y carriles bici, vamos alejándonos de Gandía para rodear las montañas que vemos hacia el interior. En esta ocasión, visitamos las poblaciones de Almoines y Beniarjó antes de tomar dirección norte.
Circulamos unos kilómetros entre naranjos por un amplio llano agrícola, el de Marxuquera. Las montañas de La Safor lo enmarcan y nos dan referencia visual. Es un precioso muro de paredes escarpadas el que tenemos delante y hacia donde nos dirigimos. En frente vemos el Monduver, reconocible por su forma cónica y coronado de altas antenas. A derecha e izquierda, cadenas montañosas nos van rodeando.
Superando el puerto de Barx.
Poco a poco, siguiendo una enlazada de caminos secundarios, llegamos a la carretera CV-675 que une Gandía con la Valldigna por el interior. No pisamos esta carretera hasta justo el inicio de la subida del puerto. Tenemos que hacer por ella un par de kilómetros de subida y no hay forma de evitarla. Es una carretera local con poco tráfico y muy acostumbrada a los ciclistas. Los coches van despacio.
El moderno trazado ha conseguido mantener el desnivel constante al 7% y, aunque duro para el ciclista medio, no es para morirse. Luego salimos de la carretera nueva para hacer el último kilómetro por la antigua carretera.
El paisaje arbolado y la tranquilidad de la ausencia de tráfico es un aliciente más para venir por aquí. Un aliciente que vamos a necesitar porque, al contrario de los trazados modernos, este sigue el cambiante relieve y tiene un par de rampas casi imposibles del 18%. Son rampas cortas y, si las piernas no nos dan para subir pedaleando, se puede arrastrar la bici que solo es un rato.
El par de kilómetros que nos faltan hasta Barx los hacemos por una preciosa pista que discurre paralela a la carretera.
En Barx tenemos que retomar la carretera principal. Al ser en bajada, nuestra velocidad se asemeja a la de los coches y no lo hace tan incómodo. Una breve parada en el mirador de la Visteta y acometemos el revirado descenso del puerto hasta Simat de Valldigna. Destaca el monasterio de Santa María, de imponente arquitectura, que no hemos perdido de vista en toda la bajada.
Por el valle de Aguas Vivas hasta Alcira.
Cruzamos el pueblo y salimos a los campos otra vez. Este último tramo del recorrido es plácido. Aprovechamos a tramos la recientemente habilitada Vía Verde del Trenet que pasa por Aguas Vivas. Las lluvias han deteriorado parte de su recto trazado y en algunos puntos he preferido desviar la ruta para tener mejor perspectiva del valle.
Pasamos por las puertas del Monasterio de Aguas Vivas y continuamos valle abajo.
Desde la localidad de Barraca de Aguas Vivas y para evitar un trozo de carretera que coincide con la VV damos un pequeño rodeo por caminos de montaña. Retomamos la VV ya cerca de Carcaixent y antes de llegar nos desviamos por caminos de huerta.
Entramos en la ciudad de Alcira para recorrer su centro histórico antes de terminar en la estación de cercanías de Alcira.

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