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Uniendo en bici la Safor y la Ribera.
De sur a norte, vamos a enlazar en bici dos comarcas con muchas cosas en común. Desde Gandía, recorriendo la Marjal y siguiendo el curso del río Vaca, llegamos a la playa de Xeraco. Ya en la Ribera, por los arrozales de la Albufera, buscamos de nuevo el mar en la playa del Dosel de Cullera antes de terminar en Sueca.
Esta ruta nos regala paisajes impresionantes en cualquier época, aunque en verano tiene el aliciente añadido de poder darnos un baño en alguna playa de su recorrido.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.
Las bicicletas no sólo son para el verano.
De Gandía salimos por carril bici y caminos de huerta en dirección a la costa. Cuando llegamos a los primeros edificios de apartamentos de Daimuz, nos desviamos por estrechos caminos entre los campos de la Marjal.
Llegaremos a un precioso mirador desde donde podremos contemplar lo que queda de terreno virgen de la marjal de la Safor. Siguiendo por caminos estrechos cerca de Xeresa, llegamos a las orillas del río Vaca al que acompañamos un buen rato por su margen izquierda.
Sobrepasada la playa de Xeresa, a la altura de los últimos apartamentos, nos acercamos al mar a refrescarnos con la brisa marina. Luego nos volvemos al interior buscando la Aldea del Brosquil. Entramos en el parque natural de la Albufera y recorremos los campos de arroz hasta Cullera. Cruzamos el Júcar y nos acercamos a la playa del Dosel de Cullera donde, si es época baño, podremos aprovechar su tranquila playa.
Desde aquí a Sueca donde termina esta bici-ruta quedan ocho kilómetros llanos atravesando los arrozales.
Descripción del itinerario
En bici entre la costa y la sierra del Mondúver
Empezamos esta aventura en la estación del tren de Gandía. Lo primero es salir de Gandía en dirección al Grao. Utilizamos un carril-bici por la ciudad y a las afueras, para llegar al final playa de Daimuz, tomamos caminitos vecinales de los que nos gustan, de los que van entre las huertas.
Al llegar a los primeros apartamentos de la playa, salimos de la civilización para recorrer la Marjal. En esta zona, la Marjal es una sucesión de canales y pequeñas lagunas que se han salvado del aterramiento para el cultivo.
Pegados a los amplios canales, los caminos que seguimos se convierten en un agradable paseo viendo su curioso ecosistema de plantas acuáticas, aves y tortugas que saltan al agua para escabullirse a nuestro paso. Vemos muchas aves acuáticas levantando el vuelo cuando nos acercamos. De cuando en cuando, nos sorprende alguna bonita laguna en medio de los campos.
La Marjal de la Safor
Yendo por caminos embellecidos por canales y lagos, llegamos a «L’Ullal del Estany», una zona natural de alto valor paisajístico. Es lo que queda de lo que debió ser una extensión enorme de tierra pantanosa, un cañaveral con afloramientos acuáticos. Unas pasarelas de madera hacen accesible puntos de observación natural de increíble belleza.
Salimos por una estrecha senda entre árboles que son una bonita despedida de la laguna. Continuamos hacia pueblos de nombre curioso y tradición agrícola. Iremos por sus caminos pecuarios de Marjal hasta salir a la carretera que une Xeraco con su playa. Haremos un tramo inevitable por esta carretera y tiene algo de tráfico, pero son apenas quinientos metros. En seguida nos desviamos por las inmediaciones del río Vaca para seguir disfrutando de paseos casi acuáticos.
Hacemos una escapada a ver la playa de Xeraco, justo al final, donde en verano ponen un chiringuito a orillas del mar. Es el sitio perfecto para un descanso y para una cerveza.
Seguimos siempre por caminos escondidos hasta una aldea llamada El Brosquil. Esta pequeña aldea está poco antes de entrar en la zona sur del P.N. de la Albufera.
El P. N. de la Albufera y la playa del Dosel en Cullera.
Vamos, cómo no, a recorrer sus arrozales en dirección a Cullera. La montaña de Cullera, con su nombre bien visible en sus faldas, es el punto de referencia.
Nos dirigimos a un sitio relativamente virgen de costa, sin grandes bloques de apartamentos, aunque sí hay algunos merenderos y restaurantes frente al mar. El punto del litoral al que llegamos está protegido por dunas y vegetación silvestre que crece desde la misma arena. La playa del Dosel y sus merenderos son un sitio perfecto para comer y darnos un baño si hacemos esta ruta en temporada estival.
Ya solo nos queda despedirnos de un sitio tan bonito para hacer el último tramo de esta bici-ruta hasta Sueca.

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