En bici por el corazón de la Calderona
Desde Segorbe, remontando la Calderona por su lado norte, podemos encontrar entre elevaciones boscosas y campos de cultivo parajes desconocidos. Visitamos unos bonitos lagos antes de subir a la zona de Tristán y descender hacia Bétera. La ruta continúa sorprendiéndonos hasta Valencia.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

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Un recorrido en bici espectacular
LLegar en tren a Segorbe es lo que nos permite cruzar la Calderona por su mismo centro en dirección a Valencia. Muy cerca de la estación, encontramos una salida de la ciudad que discurre por caminos de tierra y una estrecha carretera asfaltada.
Nos vamos adentrando en la sierra poco a poco, rodeando lomas entre campos. Unas antiguas minas de arcilla han dejado unos huecos que han sido colmados por agua de lluvia y han formado unos lagos que hoy día parecen naturales.
Dejamos el asfalto y la ruta serpentea por caminos de tierra antes de acometer la subida. Es una subida no demasiado dura y discurre por una buena pista hasta la masía de Tristán. Luego la ruta llanea un poco por las alturas antes de bajar a la «Font del Poll». Aquí, una encrucijada de caminos nos da la alternativa de subir a «Rebalsadors» y bajar por Serra.
No obstante, esta bici-ruta nos lleva en dirección a Porta Coeli y Bétera. Una vez más, podemos hacer dos itinerarios. El directo va por la «Font del Marge» y la Cartuja, pero tiene mucho desnivel concentrado. He preferido utilizar el camino largo que nos deja suavemente en el Pla de Lucas después de un largo camino de descenso entre montañas.
Una senda paralela a la carretera nos lleva hacia el campamento militar y luego a Bétera. Aún nos queda llegar a Valencia por un itinerario con mucha pista de tierra que os sorprenderá.
Detalles del trazado.

De Segorbe a Tristán
Salimos de la ciudad de Segorbe sin adentrarnos en ella. Muy cerca de la estación del tren, tomamos un camino de tierra que cruza la rambla seca y luego empalma con otro, ya asfaltado, que pasa por bajo de la autopista A23 para adentrarse en la pre-sierra.
El camino, que poco a poco va ganando altura, está asfaltado hasta la Masía de Ferrer, un enorme caserón en medio de los campos. Pero antes hemos encontrado la primera sorpresa del día: Las lagunas de la mina del Gabacho. Unas antiguas minas de arcilla han dejado profundas hondonadas en la tierra que, rellenadas de agua de lluvia, se han convertido en preciosas lagunas.

Desde aquí, hartos ya del asfalto, damos un pequeño rodeo por caminos de tierra que recorren los campos de cultivo. Pasada la masía de Ferrer, un emblema del poderío de la oligarquía agrícola local, empezamos la ascensión a la sierra. Un amplio camino de tierra bien apisonada acompaña el barranco de Agua Amarga. Por la otra vertiente de este barranco sube el camino que viene de Gátova y se juntan muy cerca ya de la Masía de Tristán.
La masía de Tristán, en pleno corazón de la Calderona, ha sido siempre el punto de referencia entre las laderas Norte y Sur de la sierra. En este punto se diferencian las aguas que vierten al Palancia y las que van al mar por el barranco del Carraixet. Hay un pico Tristán y una fuente Tristán pero sorprende más el caserón de la antigua masía en medio de la montaña. La Masía de Tristán linda con la zona de especial protección del parque natural. Ofrecía servicio de albergue pero, actualmente, se encuentra cerrada.
La font del poll y la gran bajada por el Pla de Lucas hasta Bétera.
Desde Tristán, la pista serpentea entre las cumbres vecinas. Aquí, en la zona de especial protección, ya no está tan cuidada pero sigue siendo ancha. Constantes subidas y bajadas permiten ir tranquilos y contemplar el bonito paisaje y sus espectaculares vistas.

Cuando el camino empieza a bajar, a la altura de la «Font del Poll» nos encontramos una encrucijada de caminos que vienen de Porta Coeli y van por la base de «Rebalsadors» hasta Serra y Náquera.
Esta bici-ruta tiene la intención de llevarnos a Valencia, si no por el camino más corto, si por el más bonito. Hay una bajada directa por la Cartuja para llegar al pla de Lucas. Es de sobra conocida y quien quiera puede bajar por allí y retomar el track en el pla. Yo prefiero las bajadas largas y sedosas, en las que el freno es una ayuda puntual para reducir velocidad y no una forma de ciclismo. Elijo un camino más largo pero menos empinado que me permite levantar la mirada de cuando en cuando y disfrutar del entorno.

Llegados al Pla de Lucas y a su nutrida afluencia de domingueros, nos dirigimos a Bétera. Vamos a ir hasta el campamento militar por un sendero muy cercano a la carretera pero que tiene una continuidad y una ciclabilidad digna de destacar. Con cuidado que los sábados y domingos hay mucho tráfico de bicis y el sendero es estrecho.
El bar Buena Vista, en la encrucijada de la carretera que lleva a Olocau, es un buen sitio para almorzar o comer. Llegamos tranquilamente a Bétera y cruzamos el Carraixet por el puente de la carretera para pasar muy cerca de la estación de metro.
De Bétera a Valencia por quién sabe dónde.
Este tramo lo investigué para esta otra ruta:
Como ya lo tengo descrito, simplemente corto y pego.
…antiguos caminos de herradura nos llevan por el barranco del Carraixet hasta el enclave romano de L´Horta Vella y la Torre Bofilla de origen Morisco.
Creedme si os digo que este tramo de la bici-ruta es toda una aventura. Pasamos las vías del metro por un sitio dónde no hay paso a nivel. Iremos buscando caminos imprevistos, atravesando la masía de Siscar, cuyas puertas abiertas permiten el paso en dirección a Moncada.
Por caminos de tierra llegaremos al Tòs Pelat. Es un antiguo asentamiento Íbero que data del siglo VI AC. El acceso es complicado pero se puede llegar en bici hasta arriba, aunque el tramo final de la subida se empina bastante. El asentamiento íbero está vallado pero por la parte de atrás, saltando un murete, se puede acceder al interior.

Después de tan instructiva visita volvemos a Valencia por Moncada. Cruzando Moncada llegamos a Borbotó por caminos de huerta y, de allí, conseguimos entrar en Valencia por sendas y marjales alejados del tráfico.
Una vez en la Ronda Nord, penetramos en la ciudad por carriles-bici que discurren por los barrios de Marxalenes y Xerea. Sin dejarlos entramos en el jardín de Viveros.
El track termina en la misma puerta del ayuntamiento de Valencia, cerca de la estación del Norte.
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