Explorando en bici los confines de Morvedre.
Sorprende la gran variedad de ecosistemas vamos a visitar con esta bici-ruta: El cauce seco del Palancia, la costa y la Marjal de Almenara. Eso antes de dirigirnos hacia el interior entre naranjos, pinadas y pueblos de montaña. Regresamos desde Algar de Palancia por un precioso tramo de la V.V. Ojos negros hasta Torres Torres y, siguiendo el cauce del Palancia, hasta Sagunto.
Ficha técnica con enlace de descarga del track y descripción de la ruta.

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Una variada colección de ecosistemas.
Lo más característico de esta bici-ruta es la cambiante variedad de paisajes. Salimos de Sagunto y bajamos al río. Lo que era una ciudad bulliciosa se convierte de pronto en un barranco seco y pedregoso, casi un desierto.
Nos dirigimos a Puerto de Sagunto siguiendo el camino fluvial de la desembocadura del Palancia, elevado sobre el cauce, y que recorre el talud de la margen derecha. Alegran el tramo final del estuario unos bosques de ribera entre cuyos árboles serpentea el camino. Parece que Sagunto está cerca de la costa pero hay un buen trozo hasta llegar a ver el mar a la altura de la playa de Canet d’en Berenguer.
Seguiremos la línea de costa un buen tramo antes de virar hacia el interior por un estrecho camino que atraviesa el precioso ecosistema lagunar de la Marjal de Almenara.
Vamos a visitar Almenara, su casco antiguo y sus murallas. Recorreremos las calles de un pueblo con historia, encaramado en la ladera de un monte coronado por tres torres almenadas.
Salimos de Almenara hacia las tierras agrícolas de Les Valls y entre naranjos nos vamos acercando a las estribaciones montañosas que cierran la comarca. Atravesaremos los montes por una pista forestal que discurre por el fondo de valles frondosos y sin demasiado desnivel.
Cerca de Alfara de la Baronía, la antigua carretera en desuso nos sirve para llegar a Algar de Palancia. Después de la obligada visita al centro de la villa, saldremos de la población por un paseo peatonal junto al río y llegaremos hasta la base de la presa. Utilizamos el zigzagueante camino de servicio para salir del valle.
Un tramo de la V.V. de Ojos Negros, uno de los más espectaculares de todo su largo recorrido, nos permite llegar a Torres Torres a toda velocidad.
Llevaremos aquí unos buenos 50 Km de ruta. Nos faltarán otros veinte de pistas y caminos que nos devuelven al punto de partida sin grandes desniveles, siguiendo en muchos tramos el cauce del bajo Palancia.
Detalles del trazado.

Saliendo de Sagunto a buscar el mar.
En Sagunt, desde la misma estación de tren, tomamos una avenida arbolada que nos saca directos al cauce del río Palancia. El ancho río, generalmente seco, tiene su fisonomía particular repleta de guijarros y grava. Los desgastados afloramientos rocosos confieren al paisaje un aspecto escultural.
Una pista de tierra pisada, arreglada como paseo natural sobre el talud de la margen derecha, nos sirve para ir acercándonos hacia el mar. Bosques de eucaliptos y pinos adornan la ribera.

A la altura de Pto. de Sagunto cruzamos el cauce por un antiguo camino en el lecho. Pronto llegaremos por entre el bosque al paseo marítimo de Canet de Berenguer.
El bonito paseo marítimo, separado del mar por un ecosistema dunar y una amplia franja de vegetación rastrera, nos ofrece un rodar placentero y agradable. En verano no dejan pasar bicis por el paseo peatonal y tendremos que buscar la calle paralela para seguir el recorrido. Pero fuera de la temporada estival se puede circular en bici sin problema.

En esta zona del litoral, el color azul turquesa del mar entre el amarillo de la arena y el otro azul del cielo sobre el horizonte, confiere al recorrido costero espectacularidad paisajística. En invierno, con muy poca gente, hasta las urbanizaciones costeras de Canet y la Almardá tienen su encanto.

Un poco más allá, en el término municipal de Almenara, el paseo marítimo se ve interrumpido regularmente y conectado por pasarelas de madera sobre la arena que me encanta recorrer en bici.

Hacia el interior por la Marjal de Almenara.
Sorprende de los pueblos de esta zona que estén tan alejados del mar. Se debe a que la zona litoral es un humedal pantanoso: La Marjal. Un terreno inhabitable pero un paraíso natural para aves y fauna acuática.

Cruzaremos la Marjal de Almenara por un camino recto y elevado sobre las aguas hasta poco antes de empezar a cruzar autopistas, líneas ferroviarias y carreteras generales.
Son muchos los caminos que unen la costa con la zona poblada del interior. He elegido uno muy poco transitado que nos lleva con tranquilidad hasta la villa de Almenara, rodeados de lagunas tranquilas cargadas de reflejos especulares.

Almenara es uno de los pueblos que vamos a visitar en esta bici-ruta. Ya desde lejos se ven las almenas características sobre la loma que protege la ciudad. Pedalearemos al lado de sus antiguas murallas y nos introduciremos dentro del antiguo recinto fortificado.
Mira que he recorrido zonas pero esta es la primera vez que he paseado por sus calles. Es una de las ventajas de llegar hasta aquí en bici: que no hay que aparcar, te metes directamente por donde te place.
Recorriendo en bici la mancomunidad de les Valls.
La subcomarca de Les Valls, perteneciente al Camp de Morvedre, hace frontera con la de la Plana. Es una zona con fuerte implantación agrícola, ocupada en su totalidad por campos de naranjos.
Entre ellos rodamos, por caminos estrechos perdidos y alejados de las poblaciones. Seguimos hacia el interior en dirección a los montes que cierran el paso. Llegaremos al paraje de la Font de Quart donde podemos descansar y maravillarnos en este rincón de naturaleza domada pero espectacular.
Seguimos adelante subiendo, poco a poco al principio, pero con la vista puesta en los cada vez más cercanos montes. El asfalto termina y seguimos por una larga pista de tierra que discurre por el fondo de un barranco. Gracias a esto el desnivel nunca es excesivo y con la pista en buen estado se hace muy agradable el rodar.

Cuando pasamos las montañas por estos valles profundos, casi sin darnos cuenta, aparecemos al otro lado donde el terreno vuelve a permitir el cultivo. Vuelven los caminos asfaltados y parte de lo que hemos subido lo bajamos en dirección al valle del Palancia. Allí, en el horizonte vemos Alfara de la Baronía a cuyo núcleo urbano nos vamos aproximando.
Las puertas del Alto Palancia.
Algar de Palancia es una pequeña población cuyas calles mantienen ese sabor tradicional de pueblo de montaña. Es la última antes de abandonar la comarca de Morvedre aguas arriba del valle del Palancia.
Hacia ella nos dirigimos después de dejar de lado Alfara de la Baronía que conocemos ya de otras bici-rutas por la zona. Casi llegando nos desviamos por la antigua carretera del valle, y de uso exclusivamente local en la actualidad.
Callejeamos por el pueblo para conocerlo y salimos por un pequeño paseo peatonal construido sobre el parapeto de una acequia que baja paralela al río.

Por este curioso paseo seguimos remontando el río en dirección al embalse del Algar, construido para laminar grandes riadas. Al final llegaremos a los pies mismos del imponente paredón y tendremos que subir por el camino de servicio de la presa.
Emprendemos la ascensión por una carretera cerrada al tráfico por una verja, pero con paso alternativo por el lateral para viandantes y ciclistas. Gracias a los largos zigzags de la serpenteante carretera la pendiente no es excesiva y al llegar arriba pasaremos junto a la V.V. de Ojos negros.
Llevamos más de cuarenta kilómetros de ruta y debe ser la hora de comer.
Torres Torres y el camino de regreso a Sagunto.
Vamos directos a Torres Torres por la Vía Verde. El tramo que vamos a hacer para ir a comer es, a mi modesto parecer, uno de los más bonitos de todo el recorrido desde Teruel.

No pasaremos ningún túnel pero grandes excavaciones en la roca facilitan el paso entre puente y puente sobre profundos barrancos.
Si hemos sido previsores y es domingo, habremos encargado una paella a leña en el conocido restaurante Torres Torres. Entre semana tienen un menú aceptable a buen precio, ignoro si el domingo también.
Despues de comer nunca estamos para mucho esfuerzo, así que bajamos al río para seguir su cauce por estrechos caminos y pistas forestales. No vamos a hacer muchas subidas pero va a ser más largo que ir en línea recta.
Disfrutando de los cambiantes paisajes que ofrece el río y pasando cerca de poblaciones como Estivella, Albalat y Petrés llegaremos a Sagunto por dentro del lecho seco del río Palancia.
Solo queda salir lo más cerca posible de la estación para terminar esta variada y sorprendente bici-ruta por los confines de la comarca del Camp de Morvedre.
Ruta realizada por el grupo BRV en diciembre 2021
Vídeo de Teresa Mateu Tomás.
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