Los mapas: nuevos viejos aliados.
En los últimos años a crecido mucho la afición a actividades de aire libre. Si nos gusta andar o ir en bici por puro placer, lo lógico es buscar los entornos naturales recónditos y pequeños pueblos. Para que no nos perdamos se inventaron los mapas.
Mapas para casi todo.
Los mapas son una representación bidimensional esquemática de una porción de territorio.
Son una herramienta que nos permite comprender la realidad geográfica física, política, económica, demográfica, cultural, histórica o social del mundo. Se utilizan cuando lo que se quiere representar tiene una componente de distribución geográfica.
Como en cualquier representación esquemática, se recurre a símbolos, leyendas y sombreados para hacerlos comprensibles. Ningún mapa refleja la realidad en su conjunto. Teniendo en cuenta esto, según el tipo de realidad que queremos representar o conocer, se elaboran o utilizan unos u otros.
Hasta hace no mucho se confeccionaban exclusivamente en papel (superficies planas). En el siglo XXI los mapas se han digitalizado. Los tenemos disponibles en las pantallas de nuestros dispositivos e integrados en las aplicaciones de navegación. Al ser interactivos y de escala variable han mejorado sus prestaciones, pero no dejan de ser mapas.

La escala
Es el factor más importante de un mapa geográfico es su escala. No voy a incidir mucho en el concepto porque todos sabéis lo qué es: Una cifra que relaciona la distancia real con la distancia en el mapa.
Los más detallados suelen ser de 1:25.000. Existen mapas de gran escala que se utilizan para representar grandes territorios y llegan a ser de escala 1:10.000.000 o más. En algunos la escala es lo de menos. Los mapas temáticos y sectoriales, por ejemplo, sólo muestran un fenómeno que tiene una distribución territorial. A estos mapas únicamente se les pide que guarden una mínima proporción.
En los mapas digitales, la escala ha dejado de ser una proporción fija. Podemos ampliar o reducir la escala a voluntad (acercarnos o alejarnos). La escala variable se representa con una barra de dos centímetros, generalmente en la parte inferior de la pantalla. Sobre ella, una cantidad en metros o kilómetros indica la equivalencia.
Mapas básicos.
Desde niños hemos aprendido interpretar los mapas. Además del consabido Atlas (mapas de todo el mundo encuadernados) o el globo terráqueo, los mapas nos ayudan a comprender muchas realidades. Es algo que todos estamos acostumbrados a utilizar.
Casi nadie compra mapas hoy en día, ahora utilizamos aplicaciones, pero los mapas que vemos en nuestros móviles fueron antes editados en papel.
Físico.
Esto es una reminiscencia del pasado, de cuando en las aulas se colgaban mapas murales de España. Servían para que nos aprendiéramos los nombres de las cordilleras y los ríos.
Pero, qué queréis que os diga, los echo de menos. Mi imaginación surcaba como un águila el cielo de la península sobrevolando montañas.

El mapa físico es muy efectivo a gran escala para hacerse idea en conjunto de un amplio territorio. En él son claramente visibles los principales sistemas montañosos, los profundos valles y los ríos más importantes en toda su extensión.
Los diferentes colores esbozan la altitud. Además, para que sean más efectistas, las caras este y sur de las montañas están sombreadas. Es como si fuera una foto tomada por la tarde, con sol de poniente.
Omitir nombres de pueblos y ciudades, carreteras u otro tipo de construcciones humanas nos permite una visión de conjunto de las relaciones geográficas.
El mapa físico, puramente geográfico, nos da una visión a gran escala de la orografía de un territorio amplio.
Político.
El mapa político representa la división administrativa de un territorio. Pueden ser estados, comunidades autónomas, comarcas o municipios. Se colorean con diferentes tonos para hacerlas distinguibles.
Más allá de la mera curiosidad, no le he visto nunca demasiada utilidad. Es cierto que en ellos si podemos encontrar nombres de pueblos y ciudades, conocer la capital de una provincia…

Mapa de carreteras.
Son los mapas pensados para facilitar la movilidad en coche. Hoy día, las aplicaciones y dispositivos de navegación han dejado obsoletos los libros de mapas desplegables por zonas.
Todavía se pueden conseguir mapas en papel editados para una determinada zona a escala entre 1:200.000 y 1:500.000. Estos suelen ser mapas plegados que al desplegarlos se convierten en grandes sábanas difíciles de manejar.
Los que ofrecen una información más detallada están basados en el mapa físico. En ellos, además del trazado de la red viaria, se muestra la orografía del territorio: cordilleras, picos, valles, ríos, playas, etc. En los mejores hay un sombreado artificial que simula el relieve geográfico.

Las carreteras vienen dibujadas según un código de colores característicos que, excepto para autopistas y autovías, corresponde con los oficiales de la DGT. El resto de carreteras, las que más nos interesan a nosotros, son todas de color blanco. Los cursos de agua como ríos, lagos y canales son de azul claro y las zonas boscosas están teñidas de verde claro.
Otra información imprescindible son los nombres de ciudades, pueblos, ríos, parajes naturales, etc. No obstante, lo que para mí es la información más interesante, es una franja verde que acompaña algunos tramos de carretera. Significa que es un recorrido de singular belleza paisajística.
¿Qué puede aportarnos un viejo mapa de carreteras?
Los mapas pensados para viajes en automóvil no sólo ofrecen información geográfica detallada de las carreteras y autopistas, también de servicios relacionados. De esta forma, además del trazado y categoría de la carretera, podemos saber la distancia hasta un determinado punto, areas de servicio, restaurantes, hospitales, etc.
Yo sigo utilizando mi viejo mapa en papel. De hecho, tengo uno a escala 1:200.000 enmarcado en la pared de mi lugar de trabajo. Recurro a él para buscar las carreteras marcadas con esa franja verde que despiertan mi curiosidad. Luego, con otros medios, intento investigar lo que hay allí.
Se puede decir que los mapas geográficos de carreteras sirven para:
- Ubicar una zona o lugar según los puntos cardinales.
- Encontrar sitios específicos como picos, lagos, pantanos…
- Conocer el curso completo de ríos y afluentes.
- Calibrar el tamaño relativo aproximado de pueblos y ciudades.
- Saber si una zona puede tener interés paisajístico.
Mapas temáticos.
Los mapas temáticos se utilizan para representar la distribución geográfica de una realidad concreta. No es necesario que respondan a una escala determinada, ni siquiera que sean del todo fieles a la realidad geográfica, sólo lo suficiente para que sean comprensibles.
Vamos a ver algunos:
Mapas anamórficos
Estos no pretenden ser fieles a una realidad geográfica. En ocasiones cambian el tamaño real de los países para hacerlo proporcional al hecho que representan. Los planos de estaciones de metro o tren serían un ejemplo, pero hay otros.


Otro ejemplo sería el de aquellos que expanden o contraen un territorio en función del elemento que quieren representar.

Mapas cualitativos.
Este tipo de mapas representan la distribución de fenómenos atendiendo a su carácter nominal o conceptual. Buscan mostrar la distribución espacial de una serie de magnitudes pero sin asignarle una cantidad, simplemente ocupan espacios alusivos a esas características.
Mapas de distribución geográfica.
En ellos solo se pretende mostrar la distribución de una o más variables sin entrar en detalles. Serían, por ejemplo, los de localización de vías verdes o parques naturales.

Otro ejemplo sería el de los mapas de localización de puntos concretos o acontecimientos. En ellos solo se pretende mostrar la situación exacta dónde se da un fenómeno determinado. Con la asignación de colores al símbolo de posición se puede especificar un poco más.

Mapa de Símbolos.
Estos son muy habituales en los pronósticos del tiempo. Representan, mediante iconos comprensibles, la distribución geográfica de la meteorología.

Mapas cuantitativos
Se usan para representar variables numéricas y su distribución geográfica como densidad de población, renta per cápita, etc. En ellos se recurre a recursos visuales como superficies de distintos colores o tramas, flechas, grafismos, círculos de tamaño proporcional, etc.
Vamos a ver algunos ejemplos, pero hay muchos más.
Coropletas.
Este tipo de mapa muestra la distribución geográfica en distintos colores. Generalmente, la intensidad del color es proporcional a la cantidad, tanto más elevada cuanto más fuerte es el color. Una leyenda indica la correspondencia de colores y magnitudes.

Isopletas.
En este caso, la variable se representa por isolíneas que conectan los puntos en que la función tiene un valor equivalente.
En estas representaciones, La longitud del gradiente es la variable fundamental. Es siempre perpendicular a la isolínea. Cuando las líneas están muy cerca, la magnitud del gradiente es grande y la variación es acentuada.

Mapas de símbolos proporcionales.
En ellos se representa mediante gráficos la proporción relativa de magnitudes ponderables.
Se basan fundamentalmente en una idea muy simple. Se selecciona una forma básica y se varía su tamaño de un punto a otro. El tamaño del objeto será proporcional a las cantidades que se quiera representar.

Mapas topográficos.
Un mapa topográfico se caracteriza por representar el relieve orográfico con alto nivel de detalle empleando para ello las llamadas curvas de nivel.
Provee un sistema de localización por coordenadas geográficas que permite ubicar de manera precisa cualquier punto del territorio.
La obra fundamental de la cartografía en España procede del Instituto Geográfico Nacional (IGN)
El Mapa Topográfico Nacional (MTN) es un conjunto de publicaciones cartográficas que abarcan la totalidad del territorio nacional. Están editados a diferentes: 1:25.000, 1:50.000, 1:200.000, 1:500.000, 1:1.000.000 y 1:2.000.000.
De esta cartografía se pueden obtener datos del relieve orográfico, la hidrografía, la toponimia pormenorizada de nucleos de población y construcciones aisladas, vías de comunicación incluidos caminos y senderos, etc.
¿Qué información complementaria contiene un mapa topográfico?
Echadle un vistazo a este breve vídeo en el que se resumen las características de un mapa topográfico.
Resumiendo, un mapa topográfico nos permite conocer muchos detalles del territorio que representan. Por supuesto, el nombre propio de los núcleos de población, los montes, los valles o los ríos, etc. Muestran tanto topónimos muy generales como la mayoría de los correspondientes a la toponimia menor.
Otra información relevante es el uso general del suelo (agrícola, forestal, urbano, etc.). La situación y extensión de las principales masas forestales viene representada por símbolos gráficos con la forma del árbol característico.
Como veremos más abajo, el IGN dispone de un amplio catálogo de símbolos y convenciones para representar los diferentes elementos.
Las curvas de nivel.
Un mapa topográfico es una representación a escala de la superficie terrestre en sus tres dimensiones. Esto es, no sólo la latitud y longitud de cada elemento es fiel a la realidad, sino también su altitud respecto al nivel del mar.
El relieve está representado por las isohipsas o curvas de nivel. Son líneas que relacionan los puntos con la misma altitud. Su separación es equidistante a la elevación.
El gradiente es, en este caso, se corresponde con el desnivel. Cuanto más juntas están las curvas de nivel mayor es la pendiente.
Las curvas, según la escala del mapa, responden una variación de 10, 20, 50 o 100 metros de desnivel. Cada cinco líneas se dibuja una de mayor grosor que se denomina curva maestra. Las curvas maestras son las únicas en las que aparece la altitud escrita junto a ellas.
Echadle un vistazo a este breve vídeo donde se muestra gráficamente.
Los símbolos del mapa.
El IGN dispone de un amplio catálogo de símbolos y convenciones para representar los diferentes elementos.
Son dibujos que representan elementos naturales y artificiales que existen en una determinada zona. La toponímia también se representa de determinada forma según se trate de poblaciones o parajes más o menos importantes.
El catálogo es amplio pero voy a tratar de exponer los más comunes.







Se puede ampliar información en esta entrada de Wikineos sobre mapas topográficos.
Los mapas en el Siglo XXI.
El nuevo milenio trajo la obsolescencia del mundo analógico en general. En los albores del año 2.000 los mapas en papel y la película fotográfica cayeron en desuso.
Las cámaras digitales y el auge de los «Smartphones» cambiaron la forma de plasmar el mundo. Algunas agencias gubernamentales como el IGN han ido digitalizando su biblioteca de mapas topográficos. Nuevas aplicaciones utilizan esta base de datos digital y pública para ofrecer sus servicios de cartografía.
Paralelamente, la iniciativa empresarial ha desarrollado nuevas herramientas como los navegadores. Nuevos mapas digitales han surgido de proyectos de colaboración de la sociedad civil. El mundo está más conectado que nunca y la mayoría de servicios son gratuitos.
Todos estamos acostumbrados ya a utilizar Google Maps como navegador. Tanto para desplazarnos en coche, en bici o a pie, recurrimos a él para que nos lleve a una dirección determinada.
Siempre me ha preocupado saber qué beneficios obtienen las empresas que ofrecen un servicio gratuito. En el caso de Google está claro. La expansión de su imperio global le reporta control y conocimiento. El big data que obtiene de nuestros desplazamientos le permite influir y vender publicidad. Tampoco podemos hacer nada. Si nos lleva donde queremos que más da si saben dónde vamos.
Todos los mapas se pueden fotografiar y digitalizar, pero los mapas digitales son algo más que la foto digital de un mapa. En esta sección vamos a hablar de los mapas creados ex profeso para ser utilizados exclusivamente en dispositivos digitales.
Mapas fotográficos o de satélite
Como su nombre indica, este tipo de mapas son fotografías de alta definición tomadas desde un satélite. En ellos aparece todo lo que es visible del territorio desde el espacio y, por tanto, representan fielmente la superficie de la tierra.
Estas imágenes han sido integradas en aplicaciones y servicios WEB como, por ejemplo, Google Earth. Otros proveedores de servicios también las usan como mapa base en navegadores.

Las vistas fotográficas son espectaculares, pero resultan planas. Carecen de volúmenes y del relieve necesario para saber cómo es la orografía.
En los últimos años, una constelación de más de 200 nanosatélites han sido dedicados a tomar fotografías de la superficie con distintos ángulos. La integración de esta información permite aproximarse al terreno con una inclinación variable. Esta imagen en perspectiva ayuda a hacernos una idea más detallada del relieve.

La app de Google Earth es fantástica para ver virtualmente puntos concretos de la superficie de la tierra a vista de pájaro. Pero para orientación en montaña, por sí sola, no es útil. Especialmente porque lo que ves desde arriba es difícil de identificar desde abajo. Sin olvidar que se necesita conexión a internet y no siempre está disponible en la montaña.
Empresas como Wikiloc utilizan imágenes de satélite en sus aplicaciones de navegación. Los mapas que utiliza Wikiloc son planos fotográficos exclusivamente cenitales (Desde arriba). El mapa fotográfico puede servir como base para seguir una ruta marcada sobre él.
La aplicación de Wikiloc es una de las que estudiaremos más adelante para navegación. Pese a que es una de las más utilizadas, especialmente por su facilidad de uso, creo honestamente que tiene muchas limitaciones.
La digitalización de mapas
La digitalización de una imagen consiste en dividirla en pequeñas porciones llamadas pixeles y asignarles un valor numérico interpretable por un reproductor digital.
Este valor numérico contiene la información de su posición, de la intensidad de luz y el color. Toda esta información codificada se guarda en un archivo informático conocido como mapa de bits (BMP).
La definición de la imagen BMP será mayor cuanto más número de píxeles contenga por centímetro cuadrado. Por tanto, cuanto más pequeño sea el tamaño de cada píxel mejor será la calidad de la imagen. A partir de una cierta densidad de píxeles se puede llegar a formar una imagen nítida. Es al ampliarla cuando nos damos cuenta de que pierde definición.



Con el aumento de la sensibilidad de las cámaras digitales, que en nuestros móviles puede llegar a veinte millones de píxeles o más, creció la necesidad de reducir el tamaño de estos pesados archivos BMP. Como respuesta a esta necesidad surgieron formatos de compresión de imagen como el JPEG, PNG, GIF y otros que logran que estos archivos sean más livianos.
No voy a entrar en detalle en esto porque no nos compete. Solo decir que un mapa digital no es sólo la fotografía digital de un mapa.
Arquitectura de los mapas digitales.
Necesitamos una aplicación informática para ver el mapa en un ordenador, o en una tablet o en el móvil. Esta aplicación se conoce normalmente como «Visor». Su cometido es entender los archivos de datos de imagen cartográfica y mostrarla de forma estructurada.
Lo normal es que el proveedor de mapas tenga su propio visor en su página WEB. Simplemente accedemos a ella on-line para visualizar el mapa. Pero también podemos tener instaladas aplicaciones en nuestros dispositivos que cumplen esta función.
La estructura de capas y teselas
Visualizar en la pantalla de un móvil de 10 cm un territorio completo presenta dificultades. Para poder ver el equivalente a 1000 kms de un país medio, pongamos España, necesitamos un mapa a una escala 1:1.000.000. No caben todas las carreteras, pueblos y ciudades, etc. y cada uno con su nombre.
Evitar el efecto de saturación pasa por emplear un sistema estructurado en capas con mapas de distintas escalas. El visor debe ser capaz de permitirnos pasar de una escala a otra sin saltos ni alteraciones. El visor, por tanto, dispone de varias capas y cada una de ellas contiene un mapa con una escala diferente.

En la primera capa tenemos un plano general en el que solo aparecen detalladas las ciudades importantes y carreteras principales. Si ampliamos una zona determinada, a partir de un punto, pasamos a ver otra capa con un mapa a una escala inferior. Si seguimos haciendo zoom, vamos saltando de capa en capa con un mapa cada vez más detallado.
La capa base contiene el mapa a gran escala. Lógicamente, si queremos cubrir la misma área, cuando más detallada es la capa más mapas contiene (teselas). Un mapa de escala 1:1.000.000 se corresponde con 4 de 1:500.000, y así sucesivamente. Esta estructura permite desplazarnos lateralmente en el mapa dentro de la misma capa sin cambiar de escala.
¿Pero qué ocurriría si cada proveedor tuviera su propia arquitectura? Ocurriría que el gigante Google se convertiría en el único proveedor. Para evitarlo se crearon los estándares.
Estándares WMS y WMTS
El Open Geospatial Consortium (OGC) es una organización internacional sin ánimo de lucro. Su cometido es la creación de estándares abiertos e interoperables para la comunidad global.
El Servicio Web Map (WMS) define como deben estar estructurados los datos de un archivo de mapas. Fue concebido para poder compartir mapas personalizados.
Los mapas producidos bajo el estándar WMS se generan normalmente en un formato de imagen como PNG, GIF o JPEG. Cuando dos o más mapas se producen con los mismos parámetros geográficos y tamaño de salida, los resultados se pueden solapar para producir un mapa compuesto.
El WMTS, también definido por el OGC, proporciona un enfoque complementario al WMS. Se adoptó como una solución para mostrar datos dinámicos con más fluidez.
Es un servicio que permite almacenar en el visor los datos recientemente leídos de tal manera que un usuario puede hacer peticiones de un conjunto discreto de valores y recibirlas rápidamente del servidor. Esto agiliza la carga de datos complementarios en caso de que los ya cargados anteriormente vuelvan a ser solicitados (caché).
Mapas digitales libres.
Estamos acostumbrados a utilizar la app Google Maps del móvil como navegador. Recurrimos a ellla para que nos guíe cuando nos desplazarnos en coche, en bici o a pie.
Afortunadamente, tenemos otras alternativas gratuitas que permiten visualizar mapas digitales y planificar nuestros desplazamientos.
Proyecto OpenStreetMap (OSM)
Un estudiante británico inició el proyecto OpenStreetMaps (también conocido como OSM) en el año 2004. Se distribuye bajo Licencia Abierta de Bases de Datos (en inglés ODbL) y, por tanto, los mapas y la información de OSM pueden ser copiados, distribuidos, transmitidos y adaptados libremente.
Los mapas OpenStreetMap se crean utilizando información geográfica capturada por sus colaboradores. El proyecto se nutre de infinidad de dispositivos GPS móviles, ortofotografías y otras fuentes libres. Cuenta con herramientas propias de edición y puede participar cualquier persona, aportando cada una su conocimiento.
Funciona de forma parecida a Wikipedia y los resultados son extraordinarios. Con el paso del tiempo, se ha convertido en una herramienta muy completa, con infinidad de datos y muy fiables. Muchas empresas privadas utilizan mapas OSM en sus navegadores y otras aplicaciones.
Echad un vistazo y veréis:
Visor oficial de OpenStreetMaps
Los mapas topográficos del IGN
El Instituto Geográfico Nacional es un ente público oficial. Se dedica, entre otras cosas, al desarrollo de planes nacionales de observación del territorio con aplicación cartográfica. También a la producción, actualización y explotación de modelos digitales del terreno a partir de imágenes aeroespaciales.
Esto es lo que dicen de ellos de ellos mismos:
«Desde su creación, el 12 de septiembre de 1870, han sido 150 años de intenso trabajo, llenos de proyectos, ideas, tareas y resultados, siempre al servicio de la sociedad, midiendo y representando el mundo que nos rodea. Una misión en constante evolución que comenzó siendo la determinación de la forma y dimensiones de la Tierra, la producción de mapas y catastro, y la gestión del sistema oficial de pesas y medidas para acabar incluyendo en el siglo XXI las más avanzadas tecnologías en el campo de la Astronomía, la Geodesia, la Geofísica, la Cartografía y la Geomática.»
En todo caso es la única cartografía oficial que tenemos en España. En su sitio WEB tienen un visor para acceder a su base de datos cartográfica que, por supuesto, es libre y gratuita.
Visor oficial del Mapa Topográfico Nacional (MTN).
Google Earth
Es una herramienta conocida de visualización de imágenes de satélite. Desde sus inicios ha mejorado muchísimo, tanto en calidad de imagen como en prestaciones. Puede actuar como mapa ya que dispone de varias capas de información y, entre ellas, la posibilidad de resaltar carreteras.
Se puede cargar una ruta bajada de Wikiloc, por ejemplo, y comprobar el trazado. Esto lo veremos más adelante. De momento, en este tema, solo pongo una breve presentación de esta poderosa aplicación.

Pantalla de inicio y cuadros de control.
El cuadro de búsqueda está en la parte superior izquierda. Permite buscar ciudades y pueblos, direcciones, nombres de empresas, coordenadas, palabras clave, etc. Con las primeras letras que escribes, se despliega un menú con las diferentes opciones, para que elijas. Inmediatamente el visor se posicionará sobre el lugar buscado.
Un poco más abajo, en amarillo, encontramos una carpeta personal: «Mis sitios». Aquí se grabarán las rutas que subamos o los proyectos que creemos.
La barra de herramientas en la parte superior nos da varias opciones. Podemos marcar sobre la imagen puntos de interés, crear polígonos, crear rutas punto a punto, e incluso viajar a Marte o hacer grabaciones de nuestras rutas a vista de pájaro. Todo lo que hagamos quedará archivado en la carpeta que nosotros creemos para cada proyecto.
Hay mil tutoriales en Youtube para aprender a sacarle mucho provecho a esta herramienta.
Una de las cosas que más impacta es que la información suplementaria a la imagen está por capas que se pueden seleccionar a voluntad. Abajo a la izquierda, podemos clicar si queremos que aparezcan determinadas cosas como carreteras, nombres de los sitios o fotos que se han subido de ese lugar.
A la derecha tenemos las coordenadas geográficas y los mandos de desplazamiento de imagen.
El Relieve
Una de las capas que podemos seleccionar es la de «Relieve». Esto activa el modo imagen en ángulo. Nos permite navegar por la imagen con una inclinación variable y hacernos una idea muy precisa de los relieves orográficos.

Google Street View
Desde hace algunos años, coches de Google equipados con una torre de varias cámaras sincronizadas recorren todas las calles y carreteras del planeta. En entornos urbanos ya se puede disfrutar de un paseo virtual con la aplicación Google Street View.

Esta aplicación permite desplazarse virtualmente por las calles de una ciudad con imágenes a pie de calle. En Google Earth puedes cargar una ruta y seguirla virtualmente como si la estuvieras haciendo.
Solo hay que acercarse a un determinado punto y, cuando estás cerca, aparece el icono de un hombre de color naranja en los controles de posición. Pulsando sobre él la imágen baja a pie de calle. Con los controles podremos avanzar por ellas y doblar las esquinas a voluntad.
El problema es que no está disponible para los sitios de montaña por los que nos movemos normalmente.
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